II

No me cesa éste dolor de niño

las ganas que el fusil me robó

no me cesan los gritos de los caídos en pleno acto de revolución

la pena de quedarme en el olvido de quien ayer mi vida arrebató

no me cesa ésta guerra

éste bostezo de patria adolorida

de pueblo bombardeado

de niña recién parida

de calles teñidas con la sangre de los míos

de un cielo que a mares me llora...

no me cesa el recuerdo de mujer guerrera

de inocencia perdida

No me cesa el dolor que un día las flores de mi campo de guerra marchitó.

En honor a la poetiza ''Amada Libertad''

Lo quiero así.

Pero yo

yo lo quiero así

con esa distancia de lo mágico

con la frialdad que ve la ternura

lo quiero así 

tan ajeno de cualquier cuerpo desnudo

tan libre y suyo

tan menos de todos incluso de mí

Lo quiero con esa serenidad de niño dormido

con esas manos que acarician la inexistente esperanza donde yace el olvido

lo quiero así

tan lejos de mí

tan amante de la noche 

tan cerca de lo que no es

Lo quiero así

tan precavido del ayer 

tan frágil cuando se dan las 12 y somos nuestros

tan fuerte cuando el canto del pájaro se asoma tras la ventana y usted ya se ha ido

con la mirada perdida

con el alma rota. 

Sé irme

''No sé escribir cuando algo me duele tanto''

No sé llorar cuando afuera llueve bárbaro

No sé dormir cuando solloza su recuerdo

... No sé quedarme como un niño que busca el pecho

Sé irme como ave huyendo del recuerdo

sé irme como soldado herido 

como ninfomana enamorada

como alma ultrajada 

como quién llora el color del olvido

como guerrera sin rumbo fijo

sé irme cuando las sabanas me saben a sexo

sé irme cuando el olor a vida está a mi lado

sé irme cuando alguien

me dice te quiero.

Aquí puede adquirir su pena.

Si señor, aquí puede usted adquirir cual pena desee.
Puede incluso ser miserable por unos segundos, imagínese usted se llevaría a casa miles de penas y sufriría como se sufre un invierno cuando la cama es fría.

Para adquirir usted una pena primero debe de vestir de traje azul marino y una corbata roja por los malos espíritus... Lustre sus zapatos y sáquele brillo a sus ojos
sacuda el polvo al abrigo y limpie su mejor sonrisa. 
Señor, las penas no son para todos, las penas son para personas afables, seguras, felices... para usted, señor
venga le muestro una pena reciente, es de María y está tan bien cuidadita, a la pobre se le murió el marido en plena guerra, dicen que José fue y lucho contra la vida y el tiempo no dio tregua y se lo a llevado.
Señor, ponga en alto su mirada y ahora respire...
Elija ¿qué pena desea usted? la de María? mañana mismo usted estará fatigado y desesperado, mañana mismo llorara y su río saldrá de su cauce
lloverá a montones en aquel callejón y despreciara la vida por ingrata.

Señor, ¿qué pena desea usted? ésta es de un marinero que partió hace mucho, encontramos su pena en la orilla de la playa, estaba empapadisima y casi se la lleva un ser triste de ojos grandes
si usted adquiere ésta pena... mañana mismo encontraremos la suya quién sabe dónde.

Señor... ésta pena es única, ayer por la tarde se le ha encontrado en un cuarto, estaba cerquita de una fotografía
se a dicho que el dueño de ésta pena era un ser alegre y gustaba del café recién hecho, se encontraron cartas cerca de ésta pena, no tiene polvo, no está ajada
tiene uno que otro recuerdo en las esquinas, señor yo podría limpiar esos recuerdos y usted podría llevarla hoy mismo

-Mire señor, tiene un color vivaz y sus esquinas no están dobladas... Quien la ha dejado sufrió mucho
el pobre ha estado meses en aquella habitación llorando porque un pez se ha muerto por falta de comida
se ha caído del tercer piso y quebró sus huesos y una que otra esperanza. Señor, puede usted adquirir esta pena?

Señor, el dueño de esta pena no ha querido adquirir una pena única, no tenía polvo, no estaba ajada... se ha quedado mirando la pena con vértigo

Dígame señor, ¿cómo se sufre un invierno cuándo se está solo y la cama es fría...?

Utopías/7

''El señor de traje gris'' saca un trozo de papel, le miraba con angustia y desespero.

-¿Le sucede algo, señor?
-Nada que el tiempo y el invierno no cure, joven...
Mire que la vida se me escapo ¿sabe usted cómo puede uno encontrar la vida?
Allá estaba yo, miraba como mi nieta jugaba con mi hija María, un viento bárbaro soplo y se llevo mi último suspiro
Fíjese que hace tiempo yo deje de compartir el café con mi mujer, un día ella me dijo
-Viejo, me voy a dormir, los días ya no me dan para más, te amo, viejo.

Usted la hubiera visto, tan bonita que se miraba dormida, su cuerpo estaba todo arrugado, tenía el rostro ajado.
Se llegaron las siete menos cinco y ella no preparo la cena... tampoco el desayuno
ahí supe que hay ocasiones en que viene la lluvia y se lleva todo a su paso. Cuan ingrata puede ser la vida, aun me estoy muriendo, aún sin poder respirar.
A veces escucho a mi mujer diciendo
-Viejo, se me quema el arroz, corre y apaga la llamita.
Yo fui malo, sabe.

-¿Le trato mal?
-No, no, digo que yo siempre fui malo con el arroz y con la cocina... Jamás pude hacerle una cena, siempre llame a José para que le dijera a María que prepara un caldo. Allá venía la pobre con el tazón en las manos
y allá venía mi nieta, era hermosa, siempre llevaba las mejillas color carmesí y tenía ojos color sol.

Ojala venga el invierno, joven, ojala el tiempo no tarde en marcharse.
Me disculpa usted por contarle cosas que a usted no deben de interesarle, yo ya estoy viejo... ya llevo los años en la espalda y por eso me ve usted encorvado, guardo cada recuerdo en este trozo de papel
acá descansaba mi vida y mi mujer.
*

Yo jamás supe quien fue aquel hombre.
¿Cómo podría yo ayudar a encontrar su vida?

En el momento que el termino la historia con un ''Ahora yo tengo que preparar la cena...'' supe que su vida se la llevo la lluvia aquel tres de Abril, allá se fue en una alcantarilla junto a montones de hojas.

-No se preocupe, señor.
-No, no me preocupo, joven. Hace tanto deje las preocupaciones atrás, hace tiempo yo deje de ser la preocupación de alguien, pero, dígame algo ¿cree usted que pueda encontrar mi vida?
Ayer fui al mercado y me pareció verla entre las zanahorias, le pregunte a la señora y esta me miro con desprecio y dijo que estaba loco...
¿Usted me cree? busco mi vida, estoy desesperado, estoy seco, estoy árido, estoy buscando mi vida, joven. Ayúdeme.
Por favor.

Le pregunte cómo yo podría saber cual era su vida...
-Mire joven, es tan simple, es blanca y pálida, esta ajada y sucia, es tan pequeña que podría perderse fácilmente, pero, no puede ir lejos.

**

Dicen que enfermó, nadie dijo de qué.
Yo jamás pude encontrar la vida del señor

Al morir tenía aquel trozo de papel por el cual él moría un poquito más y al lado había uno trozo más pequeño, estaba todo ajado y sucio...

''Nos vemos pronto
---
prepara la cena''

Al parecer las personas de ojos grandes encuentran su vida demasiado tarde.
***

Utopías 6

¿Sabe usted a donde van las lagrimas?

Mire aquel río... tan tranquilo, tan serenas sus aguas ¡ay mire un pez! fíjese bien en lo transparente que es este, hasta parece que es un espejo. Sabia usted que si se acerca, se sienta en aquella piedrita, toma un poco de agua con sus manos y seguido de esto las lleva a su rostro automáticamente usted ha de llorar pasado cinco minutos?
El pecho le presionara de tal manera que usted ha de sentirse nostálgico, miserable pero afable, lejano de toda realidad, ajeno a su propia vida... Usted sentirá aquel nudo en la garganta; no es para más los peces se han mudado a ella y ahora ese es su hogar, le invadirán montones de cosquilleos en su estómago y se preguntara ¿Qué me sucede? no se preocupe... usted ya se habrá empapado de recuerdos, usted ya esta hasta el cuello de lagrimas de otros, usted esta sufriendo las penas amargas de José y de la pobre María. No desespere, en unos años se le pasara. Tan rápido pasa el tiempo dice aquel marinero, los barcos se asoman y parecen edificios flotando; una ciudad fantasma. Fíjese usted bien de que manera empapa su rostro con lagrimas que no son suyas, con recuerdos que le carcomen toda paz. Usted esta herido, tiene el ''el alma ajada'' ya no será igual, señor, descuide, pronto han de venir más días y nuevos charcos de agua ¡plap un pez se a suicidado!

llore, llore... Usted dejo de ser usted; ya es mar, usted ya es todos y menos usted, señor.

La vida parece marcharse cada vez mas.